Hoy quiero compartir una historia escrita por Warren y la cual transcribo, al principio la empecé a leer pero sin que hubiera capturado toda mi atención, fue conforme pasaron los minutos y las palabras tornándose cada vez más intensa.

Aunque Warren me ha dicho que la historia esta dedicada solo a mi, me parece que es justo compartirla con  el mundo sin cambio alguno.


EN BÚSQUEDA DE SENTIDO
Autor: Warren

Érase un we, que vivía en el maravilloso estado independiente del  Nuevo Reino de  Léon....

Resulta que tenía dos aficiones; una recluirse del mundo y la segunda, la lectura. Tuvo dos errores en su vida, un trabajo aburrido y asfixiante y casarse ( digo casarse) porque la mujer era mil veces más agobiante que su trabajo. Debido a estos errores más fue ensimismándose  al grado de perder todo contacto con sus amistades, su vida ( si es que así le podemos llamar).

Era de casa al trabajo y del trabajo a casa, y así por muchos años.

Con esta vida, creció en él un amor por la lectura y al recluirse del mundo con esta acción, se sentía feliz ya que cumplía sus dos grandes pasiones.

Primero fue su esposa, quién le prohibió tener lectura en casa y después su jefe en la oficina. Con su afición, fue perdiendo la vista poco a poco al grado de llevar lentes que más parecían telescopios. 

Llegó al punto donde se escondía para leer, en casa aprovechaba cualquier espacio para lograrlo, al salir por la leche, al tirar la basura. Sólo hasta que su mujer lo descubrió y terminó por bloquear todo intento de lectura... Y se sintió morir más de lo que había sentido esos años. Junto a ese esperpento de mujer.

Todo se sacudió...

En su trabajo, su jefe tomó el papel de villano y le prohibió terminantemente tener cualquier lectura en horas de trabajo, comida; ya que sabía que este hombre no comía por tener su breve espacio de lectura, por lo que le advirtió - si te vuelvo a ver siquiera leer una etiqueta que no sea tu trabajo, tendrás todo el tiempo del mundo para ir a leer donde te plazca-.

Fue así que llegamos al presente...Donde vivimos y estamos a momentos de que nos caiga un misil con alguna bomba del tipo nuclear.

Resulta que el hombre en cuestión se armó de valor y compró un libro camino a su trabajo, uno pequeño, para leer en su hora de comida, ya no le importaba que lo despidieran. Se dieron las 2 PM  del día 06 de abril del 2013, las luces se apagaron y el hombre decidido a la bodega del sótano llegó; no precisamente a comer, cuando recién abrió su libro, un fuerte estruendo escuchó, luego un silenció, tétrico y el hombre se desvaneció...

A los pocos minutos, abrió sus ojos y la obscuridad lo envolvió...Aún mantenía sus lentes...

Tentando, logró poco a poco llegar a un punto de luz, cual fue su suerte...salió vivo...

Recorrió hasta donde sus fuerzas le dieron, las ruinas que encontró al salir del sótano; ya no más el Nuevo Reino , solo escombros y humaredas por doquier.

Así pasaron dos días y caminó...y buscó...y no encontró...

No a su esposa
No a su gente...

Buscaba un libro, una revista, una etiqueta...algo que leer. No extrañaba a la gente, la soledad era su ambiente, la lectura su comida.

Pasaron un par de semanas, nunca había pasado tanto tiempo sin leer...y caminó...encontró vestido, comida, pero nada para leer.

De repente,  sentado bajo algo que parecía haber sido un árbol, una hoja paso volando pro enfrente de sus ojos y su sonrisa se dibujó. 

Era una parte de una hoja de periódico y la correteó y el viento jugaba con ella llevándola cada vez más  lejos, tal parecía que su mujer manejaba a su antojo el viento y no le permitía alcanzarla; hasta que dió un gran salto, que le mereció alcanzar ese premio...

Y leyó, como un sediento bebiendo agua en el desierto.

La nota hablaba de como Corea del Norte aprobó los lanzamientos de bombas contra Estados Unidos y sus aliados y vecinos, así supo lo que había pasado.

Pasaron los días, los meses y él con su nota en el bolsillo... La leía , para colmar su ansia de lectura.

Lo sabía mejor que una vedette sus pasos de baile noche a noche.

Llegó el día, en que hasta no hace mucho la humanidad celebraba el nacimiento del que llegaría a salvar al mundo. Llegó la Navidad y con ella sus bendiciones...

El hombre llegó de noche a una calle llena de escombros y como era costumbre, donde le llegara el cansancio ahí reposaba...

Y reposó
Y amaneció
Y la Navidad lo envolvió...

Al despertar descubrió el paraíso; su cama no fueron escombros, eran montones de libros, había llegado sin darse cuenta donde estaba la mayor biblioteca del Reino.

Y lloró
Y rió
Y renació
Y brinco
Y celebró como jamás en su vida...

Abría un libro, abría otro y se sintió parte de ese aroma que despedía el libro, el que pensaba jamás volver a oler...

Por fin decidió con cual comenzar su recién culminada vía dolorosa, tomó su libro y se sentó, al sentarse en esa montaña de libros se desplomó y los lentes ya dañados volaron quebrándose los cristales y se disolvieron.

El hombre comenzó a llorar y pensó " del víacrucis al cielo y al infierno...

Y la lluvia llegó y él con sus brazos dirigidos al cielo gritó "¿ Porque yoooooo?.

La lluvia se mezcló con la radiación del ambiente golpeando al desdichado hombre y su carne poco a poco fue asomándose entre sus ropas que también desaparecían y ni esa tortura fue mayor a perder el placer de la lectura.

FIN




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